Seamos como las Flores Silvestres, que crecen en cualquier parte y decoran con sus colores incluso los rincones más sombríos.
Seamos como las Flores Silvestres, que se abren paso en lugares donde jamás pensarías que pudiera nacer una flor.
Seamos como las Flores Silvestres, que aún lejos de otras flores, se abren a la vida con confianza, mostrando su belleza, su brillo, su suavidad...
Seamos como las Flores Silvestres, libres, rebeldes, divertidas y valientes.
Seamos, como las flores...simplemente seamos, permitiendo que nuestra dulce fragancia impregne todo lo que nos rodea.
Florecillas Silvestres... Abrid vuestros corazones y llenad de colores las grises ciudades de humos y asfaltos.
Yoana Siri
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